¿Tienes alguna
PREGUNTA?
4 mayo 2020
A estas alturas tendrás experiencia ya como estudiante. Estudiar es una carrera de fondo, no un sprint. Y como tal carrera es esencial que te prepares para obtener los mejores resultados. Tu experiencia propia es muy valiosa. Ahora bien, teniendo en cuenta que seguramente, en breve, puedas tener el examen de la PAU, es importantísimo que no sólo cuentes con tu experiencia, sino que optimices tu tiempo, y tu capacidad para obtener el mejor resultado posible.
Muchos estudiantes han tratado durante los cursos anteriores de obtener la mejor nota posible. Seguro que has comprobado que a veces has podido conseguir un buen resultado, y en otras ocasiones, no. En el examen de la PAU se va a poner a prueba tu:
Tanto en las pruebas de resolución de problemas, como en las pruebas que requieren la elaboración argumentaba de una respuesta, es importante que tengas los conceptos muy claros y aprendidos. Sin duda, los estudiantes que tienen los mejores resultados, son aquellos que tienen muy “trabajado” el contenido que han de estudiar. ¿Y qué significa “tener trabajado” el contenido? Que sabes explicarlo a un profesor y a tu abuela :-), es decir, que sabes explicarlo de varias formas, sin olvidar detalles y sin cometer incorrecciones. También significa que las reglas y teorías que has aprendido, sabes aplicarlas, y da igual el tipo de problema que te pongan en el examen. No vale aprenderse un solo tipo de problema. Debes invertir en aprender a pensar con los modelos, teorías y reglas que te han enseñado durante el año.
Para conseguir todo esto es imprescindible una buena organización que asegure que tu memoria funcionará genial a la hora de hacer los exámenes.
Lo primero, planificación inversa
Con la mayoría de estudiantes con los que trabajo, compruebo que no llevan a cabo una buena planificación. O estudian con tiempo, pero de forma ineficiente, o bien, lo dejan para el final ¿Qué es la planificación inversa? Planificar desde la fecha final de tu examen hasta el día de hoy.
Es decir, muchos estudiantes, se organizan día a día (a ver hasta dónde llegan), no desde la fecha final. Es decir, empiezan a organizar en su cabeza lo que creen que pueden ir haciendo hoy, mañana, etc. Conforme pasan los días, se dan cuenta que no saben si les dará tiempo. Se encuentran en muchas ocasiones, que cuando se acerca la fecha de examen, no llegan. O tienen que darse “un atracón de horas” para terminar y llegar a tiempo. Así es más fácil que se te escape la verdadera envergadura de tu estudio, y todas las cosas que tienes que hacer.
La planificación inversa implica que desde la fecha final fragmentes en hitos el estudio, y lo repartas en el tiempo que tienes desde la fecha tope hasta hoy.
De esta forma estudiarás:
Recuerda, ¿cuántos temas de cada asignatura tienes que aprenderte al día para llegar bien a la fecha de examen?
En esa planificación, además, necesitas incluir tiempo para repaso, y dejarte los últimos días o semana, para sólo repasar, no estudiar nada de nuevas.
El cerebro empieza a olvidar a los 15-20 días de haber aprendido algo. Así que incluye en tu planificación, tiempo para repasar los que has estudiado los 15 días anteriores. Conforme avances, repasa lo aprendido en los últimos 15 días y los 15 anteriores, así progresivamente. De esta forma llegarás a la fecha del examen habiendo repasado muchas veces todo el material.
Usa un calendario tipo Google Calendar que te permita hacer cambios fácilmente y no tener que hacer tachones en un calendario escrito en un papel. Aprovecha para marcar las horas en que estudiarás, y las asignaturas que corresponden a cada bloque de tiempo. Dale un color diferente a cada asignatura para que lo veas más claro todo de un vistazo.
Dispones de aplicaciones como Notion, Trello o Quizlet para organizar las tareas que tienes que hacer. Úsalas para marcar las tareas que realizarás, ejemplos de exámenes, tests, ejercicios, etc.
Usa el calendario para marcar los temas que tienes que estudiar, y el gestor de tareas para organizar las tareas de trabajo.
Normalmente tendrás varias fuentes para estudiar, los apuntes, libros y posibles documentos de los profesores. Trata de juntarlo todo en un mismo sitio para que te permita visualizar y recordar el contenido de forma más eficiente. Si el día del examen, tu cerebro anda buscando en qué fuente estaba la información que necesitas recordar, te costará más.
Usa para este fin los mapas mentales. Te recomiendo, XMind o cualquier otra aplicación similar, para crear esos mapas de contenido, que van a recoger todo lo que tienes que saber sobre un tema. Ya verás que es una forma mucho más activa de estudiar, en vez de releer una y otra vez los temas. Conforme vayas creando el mapa mental, memorízalo. Te será mucho más fácil aprenderlo, porque lo elaboras tú. Lo recordarás mejor también, porque al cerebro le es más fácil recordar fragmentos de información que están conectados entre sí.
No escatimes contenido en el mapa mental. Serás más eficaz si lo haces lo más completo posible, pero bien estructurado.
Conforme vayas estudiando, ve creando fichas de estudio. Bien en formato papel, tipo cuartilla o si te atreves más digitalmente, usa Quizlet. Lo importante es que crees por un lado de la ficha el enunciado de la cuestión, y por el otro lado la respuesta. De forma que al repasar puedas realizar como una autoevaluación.
Si has realizado los mapas puedes tratar de reproducirlo sin mirar, a ver cuánto te acuerdas. Si te faltan cosas, vuelve a memorizarlo hasta el próximo repaso.
En Quizlet puedes hacer también tipos de preguntas y respuestas que luego repases en tus días para recordar el material. Recuerda, hazlo sin mirar el resultado. Luego lo que detectes que no te acuerdas vuelve a memorizarlo mejor. Asegúrate que lo comprendes. Lo que no se comprende, el cerebro no puede aprendérselo.
Sí, además es más motivador. A nivel de motivación, funcionarás mejor si tu cerebro sabe que a tal hora o tal día, tendrás un descanso, o una actividad deportiva, o de ocio.
Cualquier actividad aeróbica te permitirá “limpiar” el cerebro de la información que no sirve y “fijar” lo aprendido. Además te ayudará a gestionar la posible ansiedad que tengas en el proceso de estudio, y de cara al examen.
Lo mismo ocurre con un buen sueño reparador. El cerebro durante el sueño reorganiza la información. Así que, no te quites horas de sueño. Hay tiempo para todo.
Maite Finch
Psicóloga Especialista en Coaching