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La concentración es un proceso mental que apenas dura efímeramente. Al cabo de un tiempo, la mente empieza a divagar y la eficiencia disminuye.

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Para evitar pérdidas de tiempo al desconcentrarse, el Método Pomodoro es una de las técnicas de trabajo y estudio más efectivas que ayuda a una mayor productividad.

Seguro que ya habrás escuchado hablar de él pero, ¿sabes realmente qué es el Método Pomodoro y su nivel de eficiencia como técnica de estudio? A continuación te explicamos todo lo que debes saber si quieres utilizar este método para estudiar. 

Fracciona tu tiempo, divide tus sesiones: corta el tomate

Sentarse, concentrarse y realizar una tarea laboral o educativa sin desconcentrarse en ningún momento no es imposible… pero casi.

No son pocas las veces en que divagamos o perdemos el tiempo mientras estamos haciendo algo, lo que provoca que seamos menos eficientes, nos frustremos más y nuestro tiempo dedicado a esa actividad se dilate.

El Método Pomodoro te permitirá gestionar tu tiempo para que tu esfuerzo resulte útil y efectivo, además de organizarte de forma más rentable para realizar tus tareas, tanto educativas como laborales, de la mejor manera posible.

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Pero para empezar que sepas lo efectivo que es el método Pomodoro para estudiar, lo mejor es ver exactamente qué es el método Pomodoro y cómo sacarle el máximo partido a esta singular técnica.

¿Qué es el Método Pomodoro?

El Método Pomodoro es una técnica de gestión de tiempo que consiste en la utilización de un temporizador con el fin de dividir las tareas en bloques separados entre sí por pausas de descanso.

Esta técnica fue desarrollada a finales de los 80 por Francesco Cirillo, quien buscó un sistema de administración de tiempo optimizado al darse cuenta de que sus métodos de estudios no estaban resultando eficientes.

¿Por qué “pomodoro”?

El Método Pomodoro recibe su nombre del temporizador de cocina con forma de tomate que Cirillo utilizó mientras mejoraba su técnica. Este marco estructurado de optimización de tiempo fue posible gracias al control de tiempo de un sencillo reloj con forma de tomate.

¿En qué consiste el Método Pomodoro?

Esta técnica de concentración está dividida en cuatro etapas: planteamiento, anotación, registro, proceso y visualización.

Los bloques de tiempo _o pomodoros_ tienen una duración de 25 minutos, mientras que los descansos son de 5 minutos de margen.

Después de 4 bloques de tiempo consecutivos, el descanso debe ampliarse hasta 20 o 30 minutos y si se siente la necesidad de hacer una tarea diferente a aquella enfocada, es necesario anotarlo para aumentar la productividad.

Pese a la sencillez del mecanismo, la eficiencia del Método Pomodoro está más que demostrada. Prueba de ello es que esta técnica se utilice para el estudio de diferentes tipos de oposiciones o que haya resultado una opción inigualable para los supuestos de teletrabajo.

¿Por qué bloques de 25 minutos?

El Método Pomodoro basa su estructura en que las pausas con cierta frecuencia mejoran la actividad mental, de forma que su aplicación a los estudios o el trabajo derivarían en una mayor productividad.

La frecuencia de los descansos permite una mente más fresca y el cumplimiento de los objetivos al tener límites fijos, ya sea agilizando el proceso o dividiendo la tarea en más “pomodoros”.

Además, esta técnica busca la disminución de interrupciones, que pueden darse en menor medida de ser posible blindarse ante las inferencias exteriores.

Cómo se gestiona el tiempo con el Método Pomodoro

Aunque la gestión del tiempo puede realizarse de forma diferente y depende de la duración del trabajo, el proceso básico de cómo funciona el Método Pomodoro consiste en varias fases:

Fase 1: Primer pomodoro. Un temporizador de 25 minutos para realizar la tarea, trabajando hasta que suene la alarma del temporizador.

Fase 2: Descanso de 5 minutos.

Fase 3: Cada 4 pomodoros, que está considerado el período de enfoque, se realiza un descanso más amplio, de unos 20 o 30 minutos.

Como esta técnica está basada en el tiempo y en el control de franjas horarias, es conveniente disponer de un temporizador para poder cronometrar los períodos, tanto los de enfoque como los de descanso.

Estos bloques temporales permitirán que le enseñes a tu cerebro a resistirse a las interrupciones y a auto-entrenarlo para que la concentración en la tarea sea plena.

Ventajas de utilizar el método Pomodoro para estudiar

La técnica diseñada por Cirillo permite controlar tu propio tiempo, manejando las distracciones y posponiéndolas de forma efectiva para otro momento.

Además, incrementa la responsabilidad al registrar los logros y mejora la planificación, tanto semanal como trimestral, al permitirte valorar cuántos pomodoros son necesarios para un proyecto concreto.

Sin embargo, los beneficios del Método Pomodoro para estudiar no solo son en cuanto a eficiencia, sino también físicos. Los descansos permiten evitar la aparición de dolores de espalda y de síntomas de agotamiento tras la jornada laboral, además de mantener el nivel de motivación alto. 

Orientación para los estudios

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